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Pacto Roerich y Bandera de la Paz

Pacto Roerich y Bandera de la Paz

El Pacto Roerich y la Bandera de la Paz fueron creados y promovidos por Nicolas Roerich, con el fin de proteger los tesoros del genio humano, estableciendo que las instituciones educativas, artísticas, científicas y religiosas, así como los lugares de relevancia cultural, debían ser declarados inviolables, y respetados por todas las naciones, tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz. 

El 15 de Abril de 1935, el Pacto Roerich fue firmado en la Casa Blanca, en presencia del entonces Presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt, por representantes de 21 gobiernos de toda América[1].  

UNA NUEVA VISION

La contribución más importante del Pacto Roerich fue la introducción de una nueva visión: que la conciencia de toda la humanidad se expande con cada acto creativo del genio humano; que hay períodos en la historia en que nuevas ideas se introducen para el beneficio de todos; y que mientras el ser humano se encuentra más a sí mismo y a trabajadores concientes en el campo de la cultura, las artes, la ciencia, las religiones y los muchos infinitos ámbitos constructivos del mundo, se vuelve imperativo que no sólo les prestemos atención, sino que apoyemos esos movimientos que mejoran la calidad de vida. 

El Pacto Roerich y la Bandera de la Paz, significaron una contribución a la mejora de las condiciones mundiales, ya que representó un sendero y un llamado a la unidad internacional y a la paz mundial. El pacto fue firmado por todos los países de América, sin embargo, representó un tratado abierto a la adhesión de todos los países del mundo y generó un movimiento mundial en busca de la unidad global y rescató los valores y logros de la creatividad humana.  

UN LLAMADO A LA UNIDAD MUNDIAL

La historia reciente de la humanidad tiene un triste saldo de devastación por causa de la guerra y los conflictos. El daño causado no afecta sólo un país, sino a la humanidad toda. Hoy en día, por primera vez en la historia, el hombre común sabe que no puede haber Paz si no hay Paz Mundial. 

¿Cómo puede lograrse la Paz Mundial? ¿Cual es el fundamento de la Paz Mundial? 

La respuesta yace en la tan mentada y poco practicada frase ‘Conoce a tu vecino'.

Esta antigua enseñanza debe ser practicada, ahora más que nunca, para lograr la paz en el mundo por la que tantos han dado su vida. Aunque no es posible conocer a cada uno de nuestros vecinos del mundo, el necesario conocimiento para lograr el mutuo entendimiento puede asegurarse a través de la Cultura. Beneficiar el desarrollo con el genio constructivo de los pueblos, es la base de ‘Conoce a tu vecino'.

La estima y el aprecio de la Cultura de los pueblos puede asegurar el mutuo entendimiento necesario para lograr la Unidad y la Paz en forma permanente. La Cultura no pertenece a ningún individuo, grupo, nación o época. Su propiedad le pertenece a toda la humanidad y a las generaciones que la heredarán. Es la creación constructiva del empeño humano.

La Cultura trasciende todos los obstáculos, prejuicios e intolerancias. Cultura es la más elevada percepción de la Belleza y el Conocimiento. Sin Cultura no hay Verdad, no hay Unidad, no hay Paz. La mente creativa y quienes la apoyan, igualmente importantes, son concientes de la omnipresencia de la Cultura como el único instrumento para lograr paz mundial permanente.  Del mismo modo, la Cultura  debe ser aprovechada y apoyada por toda la humanidad y todas las generaciones. La Cultura debe ser considerada sagrada e inviolable para la mente y manos humanas. Es a la realización de esta  benéfica meta que la humanidad debe abocarse.  

Nuestro pasado está repleto de destrucciones deplorables e irreparables. No sólo en tiempos de guerra sino también en tiempos de paz, las creaciones del genio humano han sido destruidas. Al mismo tiempo, algunos sectores de la humanidad comprendieron que la evolución de la humanidad no es posible sin el legado de la Cultura. 

Las diversas formas de la Cultura son indecibles y arduas. Por lo tanto, uno debe preservar los senderos que conducen a ella.  Es el deber de esta generación crear la tradición de la Cultura para la generación más joven, porque ‘donde hay Cultura, hay Paz'. 

La humanidad debe esforzarse para alcanzar el ‘Día de la Victoria de la Cultura'. Esto ocurrirá cuando, simultáneamente en todas las escuelas e instituciones educativas, el mundo sea recordado de los verdaderos tesoros de la humanidad, del entusiasmo creativo heroico, de una vida más rica y más plena. La conciencia ennoblecida, habiéndose contactado con el Reino de la Cultura, naturalmente ingresará en el sendero de la construcción pacífica, descartando como absurdo vergonzoso,  todo menosprecio de la dignidad humana creada por la ignorancia.  Con esta finalidad, nuestra herencia cultural debe ser salvaguardada, por todos los medios posibles. Estos tesoros deben ser conscientemente valorados, recordando que cada contacto con ellos ennoblecerá el espíritu. Existe un deseo innato en todos los seres humanos, el cual es hacer inviolables los logros culturales de la humanidad y por consiguiente, asegurar Paz y Unidad permanentes en todo el mundo. 

 Fuente: Consejo de Paz. 2006

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